El Control de Acceso es un sistema esencial que permite gestionar y controlar quién
puede entrar o salir de un espacio determinado. Funciona como una llave
personalizada, ya sea en forma de tarjeta, código o biometría, que permite el acceso
únicamente a personas autorizadas.
Por otro lado, el CCTV (Circuito Cerrado de Televisión) es un sistema de cámaras de
seguridad que monitorea y graba en tiempo real lo que ocurre en el lugar. Es como tener
una red de “ojos” que vigilan de manera constante, registrando cada evento en una
computadora o dispositivo de almacenamiento para referencia futura.
Ambos sistemas funcionan de manera conjunta para proporcionar una seguridad
integral. Cuando alguien intenta acceder a un edificio, primero pasa por el Control de
Acceso para verificar su autorización, mientras que el CCTV registra el evento y detecta
cualquier actividad inusual, creando un respaldo visual de todo lo que sucede.
Contamos con soluciones flexibles que pueden alojarse localmente o en la nube,
adaptándose a las necesidades de cada cliente y ofreciendo una instalación más
sencilla y un manejo remoto. Todo esto se implementa con un enfoque en
ciberseguridad, asegurando que los datos y accesos estén protegidos en todo
momento. Así, garantizamos una protección completa y flexible para hogares,
empresas y edificios, brindando tranquilidad y seguridad con la máxima eficiencia.